Reseña La composición, Antonio Skármeta


La obra La composición, escrita por Antonio Skármeta, fue publicada por ediciones Ekaré en el año 2000, con ilustraciones de Alfonso Ruano, aunque la obra había sido escrita en 1998, aunque a finales de los años setenta se realizó una versión previa para la radio.


Esteban Antonio Skármeta Vranicic es un escritor chileno que nació en la década de los cuarenta. Es considerado una de las máximas figuras de la literatura latinoamericana, conocido internacionalmente por su novela Ardiente paciencia que fue llevada a la gran pantalla. Entre otros méritos destacables ganó en 2014 el Premio Nacional de Literatura en Chile. Además de La Composición tiene otro libro, publicado en 2012, de LIJ: El portero de la cordillera.

Alfonso Ruano Martín es un ilustrador español nacido en Toledo en 1949. Estudió en San Fernando, la prestigiosa academia de Bellas Artes madrileña, hasta formar parte del mundo editorial en 1976 realizando tareas de diseño gráfico con la editorial SM. Entre sus trabajos más destacables encontramos El caballo fantástico, obra que le ha generado numerosos premios entre los que destaca: Premio Lazarillo de Ilustración (1984) y Premio Nacional de Literatura Infantil (1986).

La composición muestra la historia de Pedro, un niño chiquito que destaca por su afición a jugar al futbol. Está ambientada en la dictadura chilena de 1973, que provocó el exilio a Europa de su autor, mostrando el miedo y la represión vivida en su país natal durante los años que estuvo vigente. Aunque como es propio de la LIJ, la ambigüedad y es esquematismo que la obra muestra en cuanto a su localización, tanto espacial como temporal, la hace válida para mostrar el miedo y la represión de cualquier dictadura militar.

La historia sigue una secuencia lineal, los personajes se identifican de forma escueta (por ejemplo, Pedro es descrito como chiquitito y que le gusta el futbol sin entrar en más detalles, que por otro lado tampoco son necesarios). Comienza sin ser muy consciente de lo que ocurre en realidad, sus padres lo hacen callar mientras escuchan la radio y, aunque no lo entiende, no se queja. No obstante, cuando está jugando con sus amigos al futbol los militares apresan al padre de uno de sus amigos, Daniel, y este hecho lo hace tomar consciencia de lo que está ocurriendo en realidad. Le pregunta a su padre si está en contra de la dictadura, como el padre de su amigo Daniel, y ante su respuesta afirmativa el niño se pregunta si él también lo está.


Un día aparece en su escuela un general que les dice que escriban una redacción, una composición, que cuente lo que hacen sus familias por las noches para participar en un concurso. Pedro no sabe muy bien que escribir, pero lo hace. Cuando lo cuenta en casa su padre entra en pánico, consciente de lo que supone en realidad ese concurso. No obstante, Pedro no se ha dejado engañar por la artimaña.

De esta forma el autor muestra la manipulación que un estado totalitario puede imponer, utilizando a los propios niños para delatar a sus familias de forma inconsciente, y cuán importante es confiar en la responsabilidad de los más pequeños de la casa. Los padres de Pedro lo consideran demasiado pequeño para asustarlo con la realidad de la dictadura y, de no ser por la toma de conciencia personal que tiene el protagonista cuando Don Daniel es apresado, bien podría haber tenido un final distinto. Apartar a los niños de las realidades de la sociedad, aunque sea intentando protegerlos, solo puede conllevar problemas.

Como conclusión, esta obra es el reflejo de miles de vidas reales, pasadas y presentes, aunque esperemos que no futuras. Numerosos países se encuentran en un estado dictatorial, donde la represión, la censura y el miedo son el pan de cada día. Esta obra permite a los niños comprender la magnitud de lo que ocurre en muchos sitios, o incluso nuestra propia historia pues no hace tanto los hijos de España se encontraban en las mismas condiciones que Pedro. Gracias a la historia de Skármeta podemos descubrir las consecuencias de un estado totalitario y dictatorial pero no solo eso, también nos permite descubrir la fortaleza y la inteligencia de los más pequeños de la casa que, aunque en ocasiones parezca que no deberían comprender algo tan horrible como eso, demuestran que pueden hacerlo. Por último, el mensaje de libertad que trasluce a lo largo del cuento que se resume, en una palabra:



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